Nevado de Acay

Ubicación

El Nevado de Acay se encuentra cerca de la localidad de San Antonio de los Cobres; tiene una altura de 5750 metros sobre el nivel del mar.

Recorrido

Los primeros 300 metros de desnivel tienen una gran cantidad de piedras muy grandes, las cuales hay que trepar con las manos en algunas ocasiones. Una vez que se llega a los 5500 metros, se puede apreciar una vista maravillosa. Unos 100 metros más arriba se llega al hombro de la montaña. A partir de ahí, el camino se vuelve más fácil hasta llegar a ver la cumbre, y desde ahí se suben los últimos metros.

Mi experiencia

Para aclimatarnos, fuimos a San Antonio de los Cobres un día antes y estuvimos caminando en los alrededores para entrar en forma. El día de la cumbre, nos levantamos a las 5 de la mañana; no pude dormir muy bien, me desperté varias veces durante la noche, tal vez por la ansiedad de la aventura. Desayunamos y salimos a las 6. Llegamos al punto de inicio alrededor de las 7 y media.

El clima estaba frío, pero no tanto como aquella vez que subí al Remate en invierno. Comenzamos a caminar sobre las piedras y nos desviamos un poco del recorrido que teníamos planeado. Me adelanté un poco al equipo; uno de nuestros compañeros se lastimó un poco la espalda con una de las piedras, lo cual nos preocupó, pero pudimos continuar. En una sección del recorrido, había una subida bastante pronunciada; el resto del equipo decidió bordearla, mientras yo los esperaba un poco más arriba.

Nos tomamos nuestro tiempo para subir; cada cierta cantidad de metros nos deteníamos para descansar y retomar nuestro ritmo cardíaco, así constantemente sin parar. A los 5500 metros de altura, llegamos a uno de los "hombros", y ya me estaba empezando a emocionar; la vista era muy hermosa, ya se podía ver el valle en distintas direcciones. Ahí comimos algo, aunque, a decir verdad, no tenía mucha hambre en ese momento.

A los 5600 metros de altura, el camino era mucho más fácil pero largo; caminamos sin detenernos mucho. Vimos la cumbre cerca y comenzamos a bordearla para alcanzarla. Solo vimos un bloque de hielo y, unos 15 metros más arriba, estaba por fin la cumbre. Cuando llegué, me caí de rodillas cerca de la apacheta y empecé a llorar; fue algo que nunca me había pasado en la vida. Me emocioné mucho y me sentí muy feliz de haber llegado allí. Pudimos llegar todos, los 5 que habíamos emprendido la subida.

Desde allí se podía ver el Volcán Tuzgle, el Volcán Quehuar y el Nevado de Chañi. Nos tomamos unas fotos y comenzamos el descenso a las 3 de la tarde, bastante tarde para ser honesto. Uno de nuestros compañeros tenía un poco de dificultad para bajar; estaba muy cansado, así que otro compañero le llevó la mochila hasta abajo para que pudiera descender en mejores condiciones. Por un momento pensamos en la posibilidad de llegar de noche al inicio, pero por suerte no fue así.

Durante el descenso, me sangró la nariz; no sé si fue por la altura o por el calor, pero fuera de eso, pude llegar muy bien al final. El día fue muy hermoso, no hizo tanto frío y no tuvimos nubes que nos dificultaran la subida o bajada, tampoco sopló un viento fuerte.

Recomendaciones

Al comienzo del camino, no conviene usar los bastones de trekking, ya que al trepar piedras se vuelven innecesarios. Durante los días previos, es importante hidratarse lo suficiente, y la noche anterior, es recomendable comer liviano. Se deben tomar todas las precauciones necesarias para subir a una montaña de gran altura como esta.

Actualización

Subí a la cumbre del Nevado de Acay por segunda vez en 2024. En esta ocasión, solo fuimos dos personas: mi compañera y yo. A los 5,500 metros me dio puna, y empecé a sentir un poco de dolor de cabeza. A mi compañera le sucedió lo mismo, pero al descender. Por un momento sentí ganas de rendirme, pero logramos llegar a la cumbre. La bajada fue muy rápida y peligrosa. Llegamos a la ruta entre las 16:00 y las 16:30.

Fotos